Vivimos en continua tensión, con continuas decisiones.

Nunca pienses que esconder tu opinión tendrás más existo, pero tampoco pienses que lo tendrás si la publicas.

jueves, 30 de septiembre de 2010

En dos segundos contemplé como apareció una luz fuerte y potente antes mis ojos, y también observé la facilidad con la que desaparecía, más tarde escuché voces, y luego pasos que corrían en mi dirección, entonces pitidos incómodos se apoderaron de todo el ambiente, empecé a notar el tacto de unas manos suaves y delicadas en mi cuello, me estremecí por el frío que éstas me transmitían, quise ponerme de pie, pero fue inútil, decidí concentrar todas mis fuerzas en poder abrir los ojos, pero es que ni siquiera sentía mis párpados, nunca me había sentido así, oí el ruido de una sirena, creí que sería una ambulancia, posiblemente lo fuera, pero nunca podré estar seguro, porque fue justo ahí cuando perdí el conocimiento por completo. 

Me desperté al oír la melodía de un móvil que anunciaba una llamada, escuché una voz familiar contestar a ese sonido, y entendí como esa chica decía que los médicos le habían dicho que se alguien se recuperaría, pero ¿quién? abrí los ojos, y contemplé a la chica, que al darse cuenta que la estaba mirando aplazó la llamada para otro momento, me sonrío mientras se sentaba en un hueco que había de mi cama, y la reconocí, es mi hermana, pero ¿qué hace en mi habitación? 

Y entonces lo entendí todo, no estaba en mi habitación, y esa persona que se recuperaría era yo. 

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